ANTIBIÓTICOS y PROBIÓTICOS

ANTIBIÓTICOS y PROBIÓTICOS 

El descubrimiento de los antibióticos, alguna vez se pensó, iba a salvar a la humanidad. 

¡Por fin se contaba con una sustancia que iba a erradicar todas las enfermedades infecciosas! 

Los antibióticos originalmente tenían mucho poder, y su uso en emergencias ha salvado muchas vidas, por desgracia, los médicos adoptaron la tendencia de recetarlos indiscriminadamente y como resultado del uso excesivo muchas bacterias desarrollaron resistencia a estos y se volvió necesario prescribir dosis cada vez más altas. Con el tiempo se formo un círculo vicioso ya que las dosis más altas crearon efectos colaterales más intensos. 

En la actualidad el uso de estos ha empezado a declinar, ya que se ha comprobado que las bacterias desarrollan inmunidad y se hacen resistentes a tratamientos con antibióticos. Ahora se estima que el 20% de las infecciones que se contraen en hospitales, no responden al tratamiento con antibióticos, y solo en los Estados Unidos más de 100, 000 personas mueren cada año a causa de estas infecciones. 

Como los antibióticos no pueden distinguir entre microorganismos, matan a las bacterias intestinales “amistosas” (flora), necesarias para la absorción de nutrientes junto con las bacterias patógenas. El resultado de esto ha sido la proliferación de infecciones vaginales por levaduras, en mujeres a las que se ha prescrito tetraciclinas. 

Nada menos que 1.8 Kg. de bacterias o flora viven en un intestino sano y desempeñan un papel vital en la lucha contra las infecciones y el mantenimiento de la salud. 

Existen dos tipos principales de bacterias, la bifidobacteria y el lactobacilo, y en conjunto producen la mayor parte de materia fecal en el intestino. Estas bacterias buenas deberían ser los principales habitantes del intestino. 

Lamentablemente, muchos aspectos de la dieta moderna y el estilo de vida actual, intervienen en su equilibrio natural. Por ejemplo el azúcar o los endulzantes matan a las bacterias buenas, ello proporciona las condiciones en el intestino para el crecimiento y desarrollo de hongos y otros tóxicos, ocasionando trastornos que van desde una respiración incorrecta, hasta el estreñimiento severo. 

También se deprime el sistema inmunológico, causando sensación de debilidad y fatiga, a menudo haciendo que las infecciones recidiven. 

Los antibióticos, en algunas infecciones serias pueden salvar la vida. 

Es importante saber lo siguiente: 

Los antibióticos no matan virus por lo que su uso es innecesario en problemas de resfríos y gripes. 

Durante y después de un tratamiento con antibióticos es necesario un tratamiento con probióticos. 

Probiótica 

Este es un nombre descriptivo general para todos los productos que regeneran las funciones del intestino y rejuvenecen el cuerpo entero. La probiótica fortalece el crecimiento de la flora intestinal, mientras reduce las bacterias que causan enfermedades. En general fomenta sistemas biológicos saludables, en oposición a los antibióticos y a la píldora anticonceptiva, que hacen lo contrario, al promover procesos de descomposición en el intestino. 

La probiótica abarca yogurt, leche cortada, y otras leches fermentadas, enzimas digestivas, FOS (son tipos de azúcares que alimentan selectivamente, solo a las bacterias amistosas y fomentan su crecimiento), y alimentos fermentados como col picada en salmuera, miso y tofu. 

El yogurt y la leche cortada contienen cultivos de bacterias amistosas, incluyendo los Lactobacillus acidophilus, Lactobacillus bulgaricus, Bifidobacteria longum, y Streptococcus thermophilus. 

Los probióticos son bacterias buenas y una ingestión de ellos, significa básicamente sembrar de nuevo el intestino, con bacterias buenas, luego de haber sido destruidas por los antibióticos, por lo cual los probióticos son considerados opuestos a los antibióticos. 

Cuando se ingieren de manera regular, estas bacterias amistosas son muy benéficas para el cuerpo. Ayudan en la absorción de nutrientes, incrementan la producción de vitaminas, mantienen la acidez apropiada en el intestino, incrementan la resistencia a las enfermedades (infecciones, alergias, disfunciones estomacales), impiden el desarrollo de aftas (cándida), y el desarrollo de cáncer de colon. 

El crecimiento excesivo de bacterias patógenas en el intestino se asocia con problemas como alergias, eczema, diarrea, gases, mal aliento, estreñimiento, artritis, dolores de cabeza, congestión de los senos nasales, colesterol alto, colitis, cándida, infecciones por levaduras y cistitis. 

Lo que los probióticos pueden hacer por ti 

4 Diarrea: normalizan la función intestinal neutralizando los organismos infecciosos. 

4 Tracto urinario: como tratamiento de prevención, evita la recurrencia a la enfermedad. 

4 Infección por levaduras: como preventivo, tomado por periodos largos disminuye hasta en una tercera parte las infecciones vaginales por levaduras. 

4 Dermatitis: cuando las bacterias intestinales dejan de ser saludables la mucosa inflamada permite el paso de toxinas a la sangre, siendo el resultado las erupciones en la piel (eccema, psoriasis, acné). 

4 Intolerancia a la lactosa: los probióticos producen importantes cantidades de lactasa (enzima que ayuda a digerir los productos lácteos). 

4 Sistema inmunitario: ( la cepa L casei) estimula la producción de armas químicas que utiliza nuestro sistema inmunitario contra los patógenos invasores (el gamma interferón aumenta hasta cuatro veces ) 

L acidophilus: la mejor conocida y la más intensamente investigada de todas las bacterias saludables. Es la bacteria más prominente en el intestino delgado y probablemente sea la más efectiva. 

Se encuentra también en la mucosa de la vagina, cerviz y uretra, protege el intestino por inhibir la acción de las bacterias patógenas, lo que impide a estas multiplicarse y colonizar. 

Produce sus propios antibióticos naturales, como la lactocidina y la acidofilina que expulsan a los organismos dañinos del intestino. 

L Casei : pariente cercano del L Acidophilus, la fama que posee es de que activa los glóbulos blancos de la sangre y secreta una sustancia llamada péptidoglucano que mejora el sistema inmunitario. 

También tiene propiedades inhibidoras de los tumores.

BULGAROS,  EXCELENTE FUENTE DE PROBIOTICOS

autora MARIA HORTENCIA (NATUROPATA)